¿Por qué iniciar un contrato de formación y aprendizaje?
Es difícil dar el paso de estudiante a trabajador o, simplemente, cambiar de trabajo y dejar atrás tu área para conocer nuevas posibilidades. Si estás leyendo esto, puede que tu vida laboral se encuentre en una encrucijada. Por suerte para ti, en Luis Vives Formación ofrecemos la mejor formación para profesionales. ¿Has oído hablar del contrato de formación y aprendizaje?
Con el contrato de formación y aprendizaje, recibes formación teórica a la misma vez que trabajas, aprendiendo activamente la parte práctica. Se firma un contrato, parecido al contrato de trabajo, remunerado y con todos los beneficios de la Seguridad Social, y, así, se empieza la actividad laboral en una empresa. En paralelo, el trabajador recibe formación teórica. Evidentemente, se trabaja y se estudia la misma área.
¿Qué requisitos necesito para acceder al contrato de formación y aprendizaje?
El contrato de formación y aprendizaje tiene como intención insertar a los jóvenes al mundo laboral y, por tanto, para aspirar a este tipo de contrato debes tener entre 16 y 25 años. No hay límite de edad si tienes una discapacidad. Si sufres riesgo de exclusión social y quieres formar parte de una empresa de inserción, una escuela-taller, una casa de oficio, un taller de empleo o un programa de empleo-formación; tampoco se aplica límite de edad. El otro requisito es no tener la cualificación para un contrato en prácticas en ese trabajo.
¿Qué duración tiene?
Mínimo un año. A no ser que un convenio colectivo estipule menos, en cuyo caso se puede reducir hasta seis meses. Bajo ningún concepto se pueden superar los tres años de contrato de formación y aprendizaje.
A lo largo del primer año de un contrato de formación y aprendizaje, la actividad laboral debe suponer un 75% de la actividad del contratado. El otro 25% estará destinado al estudio. Durante el segundo año, esto cambia a un 85% de actividad laboral y un 15% de actividad formativa.
¿Qué ventajas tiene?
A parte de permitir la inserción directa de un estudiante al mundo laboral, dotándole en el proceso de experiencia demostrable, tras la realización del contrato de formación y aprendizaje, el estudiante/trabajador recibirá una titulación oficial. Las horas trabajadas contarán en la Seguridad Social, dando derecho a prestación por desempleo, además de cobrar durante toda la duración del contrato.
El contratado, por tanto, consigue todos los beneficios de trabajar y todos los beneficios de estudiar.
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